madrugada
hoy quiero dormir entre las hojas
y dejar de tener miedo
al hablar de los secretos
que el amor y la comida
siembran en mi piel.
Mi otro yo, somnámbulo,
con los ojos empañados,
me devuelve la cartera
y las notas de la escuela
entintadas con café.
En la calle cierro los ojos.
El viento en la cara
me alegra la monotonía.